ARENA POLÍTICA

¿QUÉ SIGUE DESPUÉS DE LAS ELECCIONES?

Mario CASTELLANOS ALCAZAR

Foto INE

Sin duda, que después de las elecciones del 6 de junio del presente año se vislumbra una lucha descarnada, sin cuartel, sin descartar el recrudecimiento de la violencia por el reconocimiento de los triunfos y las derrotas electorales por parte de los partidos y contendientes políticos.

Difícilmente habrá una elección de 15 gobernadores, diputados federales, locales y autoridades municipales en 30 entidades de la República Mexicana con resultados transparentes y apegados a los dictámenes oficiales del Instituto Nacional Electoral.

Las controversias llegarán hasta los tribunales electorales por parte de las coaliciones encabezadas por MORENA y sus aliados y la denominada “Va por México” integrada por el PRI, PAN y PRD, enfrascados por la lucha del poder.

Me refiero a la elección más importante de este 6 de junio del año 2021, que no fue nada civilizada y en apego a lo establecido por el Instituto Nacional Electoral, luego de la ola de violencia electoral que tuvo lugar en la mayoría de los Estados del país.

No fue una elección como se esperaba con alto sentido de responsabilidad y apego al derecho cívico, tampoco ordenada, ni sustentada en la legalidad, ni en la democracia y respeto a la institución electoral, por lo que todo se vino abajo, pues más bien, imperó la violencia y por supuesto los mismos vicios, la corrupción y el consabido fraude electoral, desde las campañas electorales.

Y por supuesto, que, durante la elección de los 15 gobernadores, 500 diputados federales, mil 923 alcaldías, 2 mil 57 sindicaturas y 19 mil 915 cargos locales, en 30 entidades de la República Mexicana imperó la inconformidad, el rechazo y la violencia en grados diferenciados o polarizados por las coaliciones partidistas y candidatos. 

La paz y la tranquilidad brillaron por su ausencia por la polarización de los dos frentes o alianzas conformadas por MORENA y el Partido del Trabajo (PT) y “Va por México” integrada por el PRI, PAN y PRD, que por supuesto llegaron a su clímax por la disputa del poder. 

Nada los detuvo. Llegaron a su máxima expresión de violencia física y moral sin importarles el llamado del Instituto Nacional Electoral (INE). Llegaron a lo más bajo, a los insultos, retos, conatos de violencia, incendios de urnas, robos de casillas, enfrentamientos, violaciones a la Ley Electoral.

A la violencia con armas de fuego, y como siempre, Oaxaca ha sido la entidad con más incidentes electorales, que, por supuesto, no bastará con los resultados del Instituto Nacional Electoral, sino que tendrán que llegar a los tribunales electorales, a las manifestaciones y protestas.

La compra de votos, intimidaciones y actos se coacción fueron comunes en la región del Istmo de Tehuantepec. En Santiago La Ollaga, incendiaron el Consejo Municipal Electoral, en el Barrio de la Soledad, La Mixtequilla, La Reforma y Santa María Xadani, hubo disturbios mayores, por lo que a las 15: 30 horas se suspendieron las elecciones.

La Guardia Nacional detuvo a 10 porros que incendiaron boletas y el robo de urnas- y, asimismo, aseguraron 4 vehículos con armas de fuego; presuntamente son priistas los que encabezaron la violencia, sin embargo, se culpan unos a otros, sino fueron priistas fueron morenistas, los que también se acusan de comprar votos y la entrega de despensas, incluso, en la capital del Estado y en la región de Tuxtepec en donde sorprendieron a los “mapaches” con maletas de dinero para la compra de votos.

En fin, esto no termina con la elección del 6 de junio porque a partir de esta fecha se inician las controversias de parte de ambas coaliciones, la que encabeza MORENA y la conformada por el PRI, PAN y PRD, que se liaron en una lucha sin cuartel, desde antes de la elección, en plenas campañas, sin propuestas, planes, proyectos, plataformas y programas, pero eso sí, reinaron las polémicas sin sustento- y por supuesto- la violencia recrudecida, que dio un saldo de 90 asesinatos de políticos, entre estos 40 candidatos a diputados, en su mayoría a presidentes municipales, desde las campañas electorales.

Por supuesto, que esta elección intermedia llegó a su máxima expresión de violencia. Marca en futuro de México, el avance de la Cuarta Transformación de México la 4T, o su retroceso, o bien, el regreso de los dinosaurios y partidos políticos, que en el otrora, fueron los pilares de la corrupción y la impunidad, parte del neoliberalismo mexicano en manos del PRI, PAN y PRD.

Hoy se juegan la supremacía del poder-ambos grupos protagonistas se acusan de corruptos, los que tratan de recobrar su privilegios o prerrogativas, las pensiones fabulosas de los expresidentes de México, los cotos de poder de los empresarios, o bien, la gestación de un gobierno centralista de izquierda, que se ha confrontado con el conservadurismo mexicano en aras de combatir la corrupción, llamado por los conservadores, un gobierno dictador.

carloscastellanos52@hotmail.com  

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